- Área: 1 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Salem Mostefaoui, Maxime Delvaux
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Proveedores: Gerflor, HAY, Nora, SEAC, Technal
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En un texto escrito en 2001 titulado 'The Default Aesthetic, la belleza con sabor a vainilla' del artista Etienne Cliquet, se definen las bases de una nueva estética aparecida en Internet sobre la relación entre el hombre y la máquina. Se muestra en forma de interfaces simples y anticuadas, resultado de una colaboración entre hombre / computadora en la que el diseño está totalmente ausente. De hecho, el diálogo establecido puede ser solo pragmático, la máquina carece de cualquier forma de sensibilidad.
La vainilla, es el sabor de helado favorito de los estadounidenses por defecto. Es decir, se escoge naturalmente para satisfacer el gusto.
Una plataforma de internet como indexhibit, por ejemplo, ilustra perfectamente esta característica "vainilla": a pesar de la ausencia total de elementos de diseño, una estética por defecto extremadamente atractiva irradia minimalismo y simplicidad de uso.
La estética del proyecto transmite nuestro desarrollo arquitectónico gracias a su pragmatismo. Intentamos evitar a lo sumo la trampa del significado, lleno de arquitectura de imágenes. El interés está en otra parte: en la generosidad de los espacios, en la creación de una variedad de espacios o en las cualidades climáticas.
Si tomamos la definición de interfaz: "límites de capa entre dos elementos por los cuales tienen lugar intercambios e interacciones", resuena como una posible definición de la arquitectura.
Entonces, la arquitectura de un gimnasio es la interfaz construida que permite al cuerpo realizar actividades deportivas. El eco funciona.
Así, la interfaz propuesta para el gimnasio de Villefranche de Lauragais reclama su filiación con la estética descrita en el artículo de Etienne Cliquet. El gimnasio extrae su estética del ensamblaje preciso de materiales rugosos y no configurados. Los elementos técnicos y estructurales visibles participan en la organización del espacio y en su armonía, de la misma manera que un diagrama de árbol visible participa en las interfaces informáticas contemporáneas.
Durante la competencia, tratamos de responder con el mismo pragmatismo a las preguntas planteadas por el programa. El gimnasio está en un terreno inclinado, en la unión de varios otros equipos, una pista, un estacionamiento y una escuela secundaria. El sesgo arquitectónico al alinear los diversos parques infantiles crea un gran cuadrado sobresaliente, asegurando así la conexión y la coherencia entre los diversos equipos de la zona.
La estética propuesta y la interpretación simple pero radical del programa contribuyen a darle a este proyecto una muestra de la arquitectura Vainilla en la que nos reconocemos.